La zona de Son Bou puede presumir de ser una de las únicas zonas que alberga uno de los legados prehistóricos más importantes de la isla. Sin duda, no pueden perderse estas dos visitas durante su estancia:
Basílica Paleocristiana
Ubicada en el extremo este de la playa encontramos los restos de uno de los edificios religiosos más antiguos de la isla. Los expertos aseguran que puede tener origen africano u oriental y que data de los siglos V-VI d.c. Además, destacan su valor arquitectónico por ser uno de los mayores y mejor conservados yacimientos de este período. La basílica tiene unas dimensiones de 21 x 11 mts., compuestos por una cabecera tripartita, tres naves separadas por liares y un pórtico. Los otros elementos destacados son la pila bautismal, un vestíbulo y, en el exterior, una auténtica necrópolis de tumbas excavadas en la roca.
La Torre d'en Galmés
Se accede a ella a través de un desvío señalizado a medio camino entre la población de Alaior y la playa de Son Bou. Es el poblado talayótico más grande de Menorca, con una extensión de más de 60.000 m2. El recinto consta en la parte alte de tres 'talayots', lugar de encuentro y celebraciones, una Taula con capital caído y una zona de habitaciones. En la parte baja nos encontramos con una sala hipóstila cubierta de losas sustentadas por columnas de tipo mediterráneo.
Área Natural de Especial Interés (ANEI)
La playa y el prado de Son Bou forman parte de una de las zonas naturales más importantes y ricas en especias animales y vegetales de la isla de Menorca. Su valor geológico y paisajístico son de reconocido prestigio dentro de la comunidad científica, que reconoce que la actividad turística ha tenido un impacto negativo en su época de expansión, pero que desde que se declaró ANEI la zona del prado se ha revitalizado notablemente y es a día de hoy, un punto destacado para la migración de aves entre África y Europa.